En el frente, la situación no está a favor de Kiev, la iniciativa estratégica la tiene Rusia y está cerca de lograr los objetivos propuestos mientras que las Fuerzas Armadas ucranianas están al borde del colapso y el gobierno de Vladimir Zelenski perdió toda legitimidad, dijo Narishkin en entrevista con la revista rusa Razvedchik.
También señaló que Estados Unidos está perdiendo la iniciativa en todos los frentes y está fracasando en el espacio postsoviético.
La obsesión norteamericana con Ucrania empieza a ejercer una influencia destructiva sobre el sistema financiero y político-militar global creado por Washington.
El análisis de los datos que obran en poder del SVR permite hacer la conclusión de que el espacio postsoviético sigue siendo una prioridad para los ataques de los servicios secretos norteamericanos y británicos, apuntó Narishkin.
Además, dijo que occidente se planteó el objetivo ambicioso de romper no solo los vínculos económicos y políticos que unen a los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), sino también sus nexos históricos y humanitarios más profundos.
Ese enfoque se deriva de la conocida máxima de los anglosajones: quien gobierna Eurasia domina el mundo. Solo que para ellos gobernar significa dividir y sembrar caos, y eso lo muestra el caso de Ucrania, refirió el director del SVR.
Narishkin también calificó de fallidos los intentos de provocar una desestabilización en Rusia. La gente es consciente de que estamos luchando contra el occidente colectivo, no contra la junta de Kiev, y el precio de esta confrontación son nuestra libertad y soberanía, enfatizó.
El jefe del SVR expresó la certeza de que «una mayor escalada, en vez de provocar el desgaste de Rusia como esperan Washington y Londres, acercará la derrota estratégica del propio Occidente».
Pese a las sanciones y el robo de nuestros activos soberanos, la economía de Rusia crece, sustituye a ritmo acelerado las importaciones, particularmente en sectores de alta tecnología, crea nuevas cadenas logísticas y fomenta los vínculos económicos con países no occidentales, ante todo, en Eurasia, resaltó.
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