En el contexto de la reunión de Macron con las principales fuerzas, excluyendo a los insumisos y la extrema derecha, el coordinador de LFI, Manuel Bompard, consideró imposible comulgar con sectores que se oponen a eliminar la reforma de la jubilación y el impuesto a la fortuna, en alusión al oficialismo y los conservadores, que formaban el derrocado gobierno.
El mandatario continuó este martes sus consultas para encontrar un sustituto del dimitente primer ministro Michel Barnier, derribado el pasado miércoles junto a su gabinete por una moción de censura apoyada por el Nuevo Frente Popular y el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN).
De acuerdo con Bompard, la izquierda no debería ceder a “las sirenas y la tentación de un gobierno de unión nacional o una gran coalición”.
Tanto los socialistas como los ecologistas y los comunistas aceptaron la invitación a dialogar del jefe de Estado, quien pudiera nombrar esta semana al reemplazante del conservador Barnier.
Macron necesita que al menos los socialistas respondan a su pedido de un gobierno que resista a la censura, asumiendo que tanto LFI como RN pudieran volver a combinarse, pese a sus distancias ideológicas, para apoyar eventuales mociones de censura en la Asamblea Nacional.
También la jefa de la bancada insumisa en la cámara baja, Mathilde Panot, demandó a las otras fuerzas de la izquierda no ser parte de la solución propuesta por el presidente.
Yo confío en que los socialistas no aceptarán subordinarse a la “Macronía”, dijo.
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