“Espero el restablecimiento del gran líder obrero y presidente progresista de la República del Brasil. ¡Fuerza compañero!”, escribió el jefe de Estado del país neogranadino en su red social X.
Tras la intervención, el mandatario del gigante sudamericano está bien, habla, se alimenta normalmente y no tendrá secuelas, informó más temprano esta jornada su equipo médico.
Ante la prensa, el grupo de galenos del Hospital Sirio-Libanés, en Sao Paulo, explicó que las funciones neurológicas del mandatario, de 79 años, están preservadas.
Los facultativos hicieron la operación de emergencia para drenar un hematoma en la cabeza, como resultado de la caída que sufrió en octubre.
“El presidente está estable, conversando, alimentándose y estará en observación los próximos días”, afirmó el médico Roberto Kalil.
Detalló que la previsión es que Lula regrese a Brasilia a principios de la próxima semana.
El jefe del Ejecutivo fue ingresado a toda prisa al final de la noche de este lunes en el Sirio-Libanés después de pasar el día con dolor de cabeza.
Todavía en Brasilia, pasó por un examen de imagen, que mostró una hemorragia intracraneal, por lo cual se sometió a una cirugía que duró unas dos horas.
ro/ifs