La expectativa del timonel de esa asamblea, Rodrigo Pacheco, era que se votara el pasado jueves, pero, según los líderes de la cámara, no hubo acuerdo para el debate. El texto llegó a ser incluido en la agenda, pero los legisladores se opusieron al escrutinio.
Por ejemplo, se citó la baja presencia física de los parlamentarios y el desconocimiento de la iniciativa, aprobado en la misma jornada por una comisión provisoria dedicada al tema.
Si el plenario aprueba la propuesta, ésta pasa a la Cámara de Diputados, que no debe comenzar las discusiones hasta 2025, y después debe ser homologada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Informado por el senador Eduardo Gomes, el contenido pretende crear un marco regulatorio para las IAs.
El proyecto fue presentado en mayo de 2023 por la presidencia del Senado a partir de un dictamen elaborado por una junta de juristas.
Pasó por ajustes para atender las críticas de diversos sectores, incluyendo la Confederación Nacional de la Industria y grandes plataformas digitales como Google y Meta, anteriormente resistentes a la proposición.
Entre las modificaciones, entraron «hipótesis de excepción» a la legislación, excluyendo la aplicación de ciertos usos de IA por personas físicas sin fines lucrativos, además de actividades externas a la prueba y desarrollo.
La mirada de las normas se dirigió a tecnologías de «alto riesgo», previendo diferenciaciones para empresas emergentes y las micro y pequeñas.
También el texto incluye como fundamentos la protección de los derechos de autor, propiedad intelectual y secreto comercial, además de promover la libertad de expresión vinculada a la responsabilidad en el uso de la tecnología.
«Estamos equilibrando el dilema de Collingridge: regular demasiado pronto puede sofocar la innovación, pero regular demasiado tarde puede causar daños irreparables», afirmó Gomes.
Refirió al académico David Collingridge, de la Unidad de Política Tecnológica de la Universidad de Aston, en el Reino Unido, que formuló un dilema metodológico, ya en 1980, diciendo que los impactos del desarrollo tecnológico no pueden ser fácilmente vaticinados.
Para el congresista brasileño, la nueva redacción busca alinear la innovación tecnológica con la protección de los derechos fundamentales, promoviendo la seguridad y la libertad en igual medida.
Si el marco es aprobado en las plenarias de ambas asambleas, el gigante sudamericano se unirá a otras naciones que avanzaron en legislaciones específicas para la IA, promoviendo innovación responsable y homologación a los desafíos contemporáneos.
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