El periplo del jefe de Estado comenzó por la comunidad rural Victorino, donde conversó con pobladores que lo esperaban a las afueras del consultorio médico, primera institución asistencial creada por la Revolución en la zona.
Reinaldo Rodríguez, presidente del Consejo Popular, explicó al mandatario que en esa demarcación se dedican al cultivo del café y al procesamiento de maderas preciosas.
También producen cultivos varios para garantizar el autoabastecimiento de la población, según informó la Presidencia de la República en X.
En la comunidad hay 78 entidades económicas y sociales, y 23 asentamientos poblacionales. Al dialogar con los pobladores, el presidente comentó los objetivos de estos recorridos por todo el país, que tienen como propósito multiplicar las buenas experiencias en diferentes sectores.
Acompañado por el secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales, el dignatario también llegó hasta la despulpadora de café Pilón de Victorino.
En esa entidad, Díaz-Canel conoció que se procesan unas ocho mil 500 latas del grano anualmente, lo que equivale a 11,5 toneladas, 10 de ellas de café orgánico de alta calidad.
El jefe de colectivo de la despulpadora, Ismael Cruzata Tamayo, explicó al presidente que la actividad del centro se ha visto afectada por las sostenidas lluvias de las últimas semanas, así como por la escasez de mano de obra para la recolección.
La tercera parada en la agenda del mandatario fue la estación experimental agroforestal Guisa, que tiene entre sus objetivos, el mejoramiento genético forestal y cafetalero, además del combate a las distintas plagas que afectan las plantaciones.
Poco antes de concluir su visita a Guisa, Díaz-Canel conversó con los pobladores sobre sus impresiones acerca del municipio, «tierra de paisajes hermosos y repletos de historia».
ro/mks