El testimonio se producirá casi tres meses después de que el panel votó en parte para recomendar que el principal diplomático del país fuera declarado culpable de desacato al Congreso.
Los republicanos publicaron un extenso informe en septiembre último sobre su pesquisa y acusaron a la administración del presidente Joe Biden de engañar a los estadounidenses sobre el final de la guerra de dos décadas.
Durante su indagación, el comité realizó 18 entrevistas transcritas con funcionarios del gobierno demócrata y recibió más de 20 mil páginas de documentos del Departamento de Estado, algunos de los cuales se obtuvieron mediante citaciones, reseñan medios locales.
Aunque Blinken no estuvo entre los que testificaron para el informe, el Departamento de Estado dijo que sí ha hablado ante el Congreso sobre Afganistán más de 14 veces.
A tono con el reporte del Comité, Biden y a su administración ignoraron las advertencias de funcionarios militares, asesores de seguridad nacional y aliados de Estados Unidos sobre los riesgos del repliegue.
El informe sostuvo que el mandatario «priorizó la política y su legado personal sobre los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos», mientras Blinken «permaneció en gran parte ausente durante la planificación de la retirada » y la evacuación.
Blinken abogó por que la embajada de Estados Unidos en Kabul permaneciera abierta independientemente de la retirada militar, mientras funcionarios diplomáticos en el terreno expresaron su preocupación por el compromiso de mantener la sede funcionando a pesar del deterioro de la situación en Afganistán.
Por su parte, los demócratas del Comité acusaron a los republicanos -mayoría en la Cámara de Representantes- de politizar la retirada y dijeron que se esforzaron «particularmente por evitar hechos que involucraran al expresidente Donald Trump».
El año pasado, la Casa Blanca publicó su propio resumen de 12 páginas de una revisión clasificada de la salida de Afganistán, en la que se culpaba en gran medida a la administración Trump por un acuerdo alcanzado con los talibanes para sacar a las fuerzas estadounidenses del país en mayo de 2021.
Al final, tras 20 años de ocupación militar en ese país, Estados Unidos dejó a los talibanes en el poder, los mismos a los que fue a derrocar en nombre de la cruzada contra el terror en 2001.
Una foto difundida por el Pentágono del último soldado abordando un avión militar cerró un capítulo que el documentalista Michael Moore calificó como «otra guerra perdida» para Estados Unidos.
mem/dfm