La iniciativa surgió en 1984 en la ciudad homónima de Colombia, en momentos en que varios países de América Latina y el Caribe sufrían dictaduras militares o conflictos armados internos, que provocaron el exilio o el desplazamiento de grandes grupos humanos.
El mecanismo, único en el mundo, se reúne cada 10 años para actualizar sus estrategias y adaptarlas a las necesidades cambiantes en el área y mantener respuestas de protección y soluciones comunes.
De esta manera se llevaron a cabo los encuentros de 1994 en San José, Costa Rica, y a partir de 2004, en la reunión de México, se acordó adoptar planes de acción decenales, como se hizo una década más tarde en Brasil.
Durante la apertura, el canciller Alberto van Klaveren, explicó que la Declaración de Chile está basada en tres ejes, con inicio en la protección en todo el ciclo de desplazamiento, desde la prevención hasta la integración, con seguridad y oportunidades para las personas.
El segundo eje es la búsqueda de soluciones integrales y sostenibles, para lo cual se prioriza la autosuficiencia de los refugiados y el apoyo a las comunidades de acogida.
Una novedad en este plan de acción es brindar protección en el contexto de desplazamientos por desastres, debido a los efectos adversos del cambio climático y la necesidad de ofrecer respuestas adaptadas.
El subsecretario del Interior, Luis Cordero, señaló el imperativo de garantizar la seguridad de quienes se trasladan, ya que son vulnerables ante la acción de grupos del crimen organizado, sobre todo en la trata y el tráfico ilegal.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, señaló que estamos en un mundo donde los éxitos del multilateralismo son escasos y la comunidad internacional parece cada vez más incapaz de prevenir y responder a los conflictos.
Los movimientos mixtos de refugiados y migrantes alcanzan cifras inimaginables y lograr acuerdos que cambien positivamente el curso de la historia se ha vuelto difícil, señaló, y por eso calificó como un placer conmemorar el 40 aniversario de la Declaración de Cartagena.
Durante la ceremonia inaugural se leyó un mensaje enviado por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien dijo que el problema creciente de refugiados por los conflictos y la violencia se hace más complejo debido a los efectos del cambio climático.
Ante esta situación, agregó, el espíritu de colaboración y solidaridad desplegado por esta región de Las Américas representa un modelo y una esperanza para la comunidad internacional.
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