La DGM comunicó que sostuvo reuniones con representantes de diversos sectores productivos del país para estudiar probables arreglos -ajustados a las regulaciones migratorias vigentes-, a los requerimientos de mano obra extranjera.
Funcionarios de la DGM, encabezados por el vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, dialogaron con representantes de los productores de plátanos, arroz, guineos, café, cacao, habichuelas, aguacates, pollos, huevos y de los ganaderos y porcicultores.
También con directivos de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas, Asociaciones de Constructores de Santo Domingo Este, el Cibao, La Altagracia y la Alianza Empresarial Turística de esta última provincia.
Lee Ballester planteó la necesidad de realizar un levantamiento detallado para cuantificar las necesidades laborales específicas de cada sector, lo que permitirá, dijo, diseñar estrategias ajustadas a las demandas del mercado, a partir de las regulaciones migratorias.
El titular de la DGM señaló que para un trabajador extranjero tener un estatus migratorio legal en la República Dominicana es fundamental que al momento de iniciar los trámites presente documentos de identidad válidos emitidos por las autoridades de su país de origen.
Puntualizó la importancia de que los empleadores contraten foráneos regularizados y autorizados por las leyes migratorias para ejercer labores remuneradas.
También señaló que las acciones de la DGM se alinean con las disposiciones del Gobierno, a a favor de promover la participación de los nacionales en las labores del campo y mecanizar las actividades agropecuarias y de la construcción.
El 2 de octubre pasado el Gobierno de Luis Abinader anunció la implementación de un plan para la deportación masiva de 10 mil ciudadanos de la vecina Haití cada semana.
La víspera la DGM informó que repatrió a siete mil 27 indocumentados, durante operativos realizados del 3 al 9 de este mes.
Precisó, además, que con esta cifra se elevan a más de 76 mil las personas devueltas a su nación de origen desde el 2 de octubre último.
La mayoría de los haitianos que dejan su territorio debido a la situación económica y política en Puerto Príncipe, donde la violencia de las bandas armadas es incontrolable, laboran aquí en la agricultura, la construcción y el comercio informal.
Las expulsiones provocaron el rechazo inmediato del país vecino y generaron tensiones diplomáticas entre las dos naciones que comparten la isla de La Española.
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