Hasta el momento los resultados obtenidos de las muestras de laboratorio analizadas no son conclusivos, por lo que se mantienen los equipos trabajando en el terreno, tanto en la recolección de nuevos tejidos o fluidos, como en la asistencia a las personas enfermas.
De acuerdo con la representación de la OMS en la RDC, el miércoles llegaron a Panzi, en la provincia occidental de Kwango, equipos integrados por personal congoleño y de la agencia de la ONU, donde esta última ha fortalecido su presencia, brindando insumos médicos, realizando encuestas y apoyando a la comunidad.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó el miércoles que de las 12 muestras iniciales recogidas, 10 dieron positivo para malaria, aunque es posible que esté implicada más de una enfermedad.
Significó que la zona afectada sufre altos niveles de desnutrición y una baja cobertura de vacunación, lo que deja a los niños vulnerables a enfermedades como la malaria, la neumonía, el sarampión y otras; y justamente la mayoría de los casos y muertes se dan en niños menores de 14 años.
Desde el 24 de octubre se reportaron 416 casos de la enfermedad desconocida y 31 personas murieron en instituciones de salud por esta causa, aunque el ministro de Salud de la RDC, Roger Kamba, reconoció la pasada semana que consideraban que al menos unas 40 personas más fallecieron en la comunidad por la misma dolencia.
Añadió que en la primera aproximación se asemeja a una enfermedad respiratoria y que, según lo constatado por el equipo de investigación, los síntomas son muy parecidos a los de la gripe: fiebre, rinorrea, tos, dolor de cabeza y en las articulaciones y, en el caso de los fallecidos, se produce distrés respiratorio.
Agregó que entre los pacientes que murieron en los centros de salud, 10 necesitaron transfusiones, debido a la grave anemia que presentaron, pero comentó que no es posible saber si este era un síntoma previo a la enfermedad u ocasionado por esta.
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