Nadie conoce mejor que yo las dificultades, dijo el político de 73 años de edad, designado al caer la mañana por el presidente Emmanuel Macron, durante el cambio de mando en Matignon con el dimitente Michel Barnier, censurado la semana pasada por la Asamblea Nacional.
Bayrou mencionó la deuda y el déficit público imperantes, a los que calificó de un problema moral, además de financiero.
El proyecto de ley de Presupuesto del Estado para el 2025, anulado al caer Barnier y su gabinete, buscaba lidiar con la crisis mediante medidas de austeridad que provocaron el rechazo opositor del texto, denunciado por la izquierda y la extrema derecha por su impacto en los sectores populares y la clase media.
De acuerdo con el primer ministro, el complejo escenario en Francia y en Europa hay que enfrentarlo sin timidez y sin esconderlo o marginarlo.
En sus declaraciones, Bayrou también admitió la urgencia de superar el muro construido entre los ciudadanos y el poder, obstáculo que consideró un enemigo a derrotar.
Macron encargó al nuevo jefe en Matignon formar un gobierno de estabilidad, en un contexto de crisis política, ante la diversidad de fuerzas con presencia importante en la Asamblea Nacional y la permanente amenaza de que se combinen entre ellas para adoptar otra moción de censura.
De momento, el único partido que ya adelantó su intención de buscar la caída del gabinete por crearse es La Francia Insumisa.
arc/wmr