Estoy muy preocupado por la situación humanitaria y el deterioro de la seguridad allí, expresó en un comunicado el también coordinador especial adjunto para el proceso de paz de Medio Oriente.
“Los civiles están pagando el precio del continuo intercambio de fuego entre las partes”, subrayó.
Al respecto, destacó que en los últimos días, múltiples bombardeos israelíes mataron o hirieron a decenas de palestinos, muchos de ellos mujeres y menores de edad.
Tales incidentes recuerdan el insoportable costo humano del conflicto, afirmó el funcionario, quien se mostró preocupado por la falta de seguridad, que afecta el trasiego de mercancías vitales.
En ese sentido, recordó que el 11 de diciembre una caravana de 70 camiones de la ONU fue atacada por saqueadores en el cruce fronterizo de Kerem Shalom y casi al mismo tiempo, un convoy del Programa Mundial de Alimentos fue asaltado en el paso de Kissufim.
Esas acciones, que socavan las operaciones humanitarias, son inaceptables porque amenazan la supervivencia de aquellos que necesitan ayuda desesperada, recalcó.
Asimismo, advirtió que “los principios de distinción, proporcionalidad y precauciones en los ataques deben respetarse en todo momento”.
Llamo a todas las partes a garantizar la protección de los civiles y el pasaje seguro y sin obstáculos de la ayuda humanitaria, reiteró.
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