Según diversas fuentes, el político centrista de 73 años y aliado del jefe de Estado Emmanuel Macron recibirá en Matignon a los presidentes de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet (oficialismo), y del Senado, Gérard Larcher (conservador).
Macron habría encargado al alcalde de Pau y máxima figura del Movimiento Demócrata formar un gobierno de estabilidad e interés general, que trate de evitar una nueva moción de censura, como la que derribó el miércoles de la semana pasada a Barnier y su gabinete.
Al igual que sucedió con el primer ministro derrocado, todo indica que ni el bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular, integrado por insumisos, socialistas, ecologistas y comunistas, ni el partido de extrema derecha Agrupación Nacional serán parte del nuevo gobierno.
Esas fuerzas se combinaron en la Asamblea Nacional, pese a sus diferencias ideológicas, para hacer caer a Barnier, tras rechazar su proyecto de ley de Presupuesto para el 2025, al que acusaron de atacar el bolsillo de los sectores populares y la clase media en su empeño de sanear las finanzas.
La víspera, Bayrou reconoció al asumir el cargo el enorme desafío que implica la crisis financiera, marcada por los elevados déficit y deuda públicos.
De momento, solo La Francia Insumisa adelantó su intención de censurar al primer ministro, mientras los socialistas y la extrema derecha descartaron hacerlo de inmediato, aunque fijaron sus líneas rojas, consistentes básicamente en tomar distancia de las políticas de Macron.
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