Montevideo, 14 dic (Prensa Latina) Shangrila es más de lo que evoca su nombre. En Ciudad de la Costa, en el departamento uruguayo de Canelones, Uruguay, es un comité de base del Frente Amplio y hervidero de la solidaridad con Cuba.
Pegada a un lago, la modesta edificación que alberga al comité se anuncia en la autopista con banderas y carteles que anuncian una “fiesta cubana” para recolectar fondos y medicamentos en campaña de apoyo al pueblo de la isla caribeña.
El Partido Comunista de Uruguay (PCU), la central sindical PIT-CNT, la brigada de apoyo a la Revolución Cubana, el Frente Amplio (FA), militantes de base, compartieron conversas, canciones y sentimientos compartidos hacia una isla que se avizora lejana en la geografía, pero cercana en los sentimientos.
De ello habló Daniel Diverio, secretario general del sindicato de la construcción (Sunca) y recién electo diputado del FA, quien abrió el camino a oradores que transitaron por historias compartidas entre ambas naciones, unidas por el quehacer de José Martí, quien fuera cónsul de Uruguay en Nueva York.
Diverio destacó las más de 100 mil intervenciones quirúrgicas que oftalmólogos cubanos han realizado aquí como parte de una brigada médica que desde hace 17 años opera desde el Hospital de Ojos “José Martí”.
El dirigente sindical aseguró que el triunfo electoral del Frente resulta también un acto de solidaridad con Cuba, y comprometió esfuerzos por ampliar nexos de cooperación entre ambos países durante el próximo gobierno frenteamplista.
Gabriel Mazzarovich, del PCU y uno de los tantos torturados por la dictadura que imperó en su país entre 1973 y 1985, recorrió caminos inolvidables de esos lazos con la patria de Fidel Castro.
Cuba se ocupó de curar las lesiones de quienes fuimos torturados, apuntó quien a los 16 años ya estaba en una mazmorra de aquel régimen de facto y tras el retorno a la democracia debió ser sometido a varias intervenciones quirúrgicas en hospitales de Cuba.
La solidaridad es una ruta de dos vías, apuntó, y reveló la participación de comunistas uruguayos en las epopeyas cubanas por la liberación de Angola, Namibia y el derrumbe del apartheid en Sudáfrica.
Fue una jornada de alegría y emoción, marcada por la música comprometida del trovador Axel, y a a la que agrego decibeles de palabras el embajador Jorge Martí, encargado de Negocios de Cuba.
Explicó con sencillas y sentidas palabras que bloqueo e inclusión en lista de países patrocinadores del terrorismo son dos instrumentos del gobierno de Estados Unidos para intentar ahogar a sus compatriotas y rendir a la Revolución.
Qué falacia contra un país que lo que le brinda al mundo son médicos y maestros, remarcó.
Jamás renunciaremos a nuestro derecho a construir el socialismo, dijo el diplomático, quien agradeció el donativo de insumos y medicamentos médicos que en enero llevará a su patria una brigada de solidaridad uruguaya.
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