Desde la catedral de Ajaccio, el sumo pontífice pidió la paz para Palestina, Israel, Líbano y Siria, reclamo que acompañó con la frase “paz para el mundo entero”.
La guerra es siempre una derrota, subrayó el santo padre, quien en su estancia en Córcega participó en el Congreso Mediterráneo sobre la Piedad Popular, estuvo en la Alcaldía de la capital de la isla e intercambió con los fieles en su trayecto, bendiciendo a niños y regalando rosarios.
Francisco instó en declaraciones previas a los jóvenes a comprometerse en la política con los ideales más sanos y abogó por no enfrentar las culturas cristiana y laica.
Asimismo, defendió una laicidad evolutiva y dinámica, alejada de dogmas.
El papa oficiará esta tarde una misa en Ajaccio, donde se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron.
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