Una pertinaz llovizna no impidió el inicio del paso de más de 34 bandas de música locales e internacionales, 12 carrozas, autos antiguos, motos, en un espectáculo auspiciado sobre todo por la empresa privada, según sus organizadores, como parte de una muestra de creatividad y talento.
A la apertura del desfile asistió el presidente de la República, José Raúl Mulino, junto a su familia, una tónica que sobresale en la festividad, según dijo el alcalde capitalino, Mayer Mizrachi.
Más de tres mil agentes de la Policía Nacional junto a más de 10 mil voluntarios, bomberos y miembros del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) son los encargados de la seguridad del desfile, cuya duración oscilará entre siete y ocho horas.
Con un propósito social, esta iniciativa busca resaltar el valor de ser panameño, por eso, el desfile no es solo un show, es un movimiento, cuyo mensaje es cada estrella cuenta, desde el vendedor de platos típicos hasta los grandes íconos del país istmeño, según Mizrachi.
También estimó que no es un desfile más, pues este impulsa la unidad y la celebración de lo que hace grande a la ciudad: su gente.
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