En un comunicado difundido a través de su cuenta en la red social X, la Presidencia congoleña señaló que durante la reunión ministerial de la víspera, Kigali presentó un nuevo requisito previo para la firma de un acuerdo de paz, en este caso un diálogo directo entre la RDC y “el grupo terrorista M23”.
“Esto constituye un bloqueo deliberado y un obstáculo importante a los esfuerzos realizados para hacer realidad el Proceso de Luanda iniciado por la Unión Africana y apoyado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desde julio de 2022”, remarcó el mensaje.
Añadió que al introducir esta condición de último momento Ruanda demuestra su apoyo incondicional al M23, que ha estado involucrado en graves violaciones de derechos humanos y actividades desestabilizadoras en territorio congoleño.
“Esta postura irresponsable pone en peligro la paz y compromete los importantes avances registrados, en particular la firma de un plan operativo que permite, por un lado, la retirada de las fuerzas ruandesas del territorio congoleño y, por otro, el desarme y neutralización de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR)”, agregó.
El mensaje enfatiza en la condena enérgica de la RDC a lo que consideran una “nueva maniobra de mala fe”, que revela “la falta de voluntad real de adoptar un enfoque sincero en favor de la paz”.
El comunicado igualmente apunta que el comportamiento de Kigali no sólo perjudica la estabilidad regional, sino que también constituye una violación de los principios acordados en el marco de iniciativas internacionales y regionales.
La RDC reconoció el papel crucial desempeñado por el presidente angoleño, João Lourenço, en los esfuerzos de mediación, y pidió a la comunidad internacional que analice las consecuencias de este fracaso y actúe con firmeza frente a la actitud de Ruanda.
“La República Democrática del Congo reafirma su compromiso de continuar los esfuerzos para restablecer una paz justa y duradera en los Grandes Lagos a través del Proceso de Luanda”, concluyó el mensaje.
En tanto, los combates entre el Ejército congoleño y el M23 continúan en el sur del territorio de Lubero, en la provincia de Kivu Norte, particularmente en la localidad de Matembe.
En la madrugada los rebeldes lanzaron un ataque contra posiciones de las Fuerzas Armadas y, de acuerdo con Radio Okapi, se trata de una ofensiva con tanques de batalla y artillería pesada, en un intento por controlar esa ubicación estratégica.
Fuentes del ejército también denunciaron el uso de drones para vigilancia, tecnología que la RDC asegura es suministrada al M23 por Ruanda, a pesar de estar vigente el acuerdo de alto el fuego firmado en Luanda el 30 de julio e iniciado el 4 de agosto.
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