Se trata de drones no identificados que aparecieron lo mismo sobre vecindarios residenciales, sitios restringidos e infraestructuras críticas.
Exactamente, desde el 18 de noviembre comenzaron a verse esos dispositivos en el cielo de al menos seis estados: Nueva Jersey, Nueva York, Connecticut, Pensilvania, Massachusetts y Virginia.
El singular suceso está poniendo presión sobre las agencias federales para que proporcionen más información, aunque hasta el momento las autoridades aclararon que no representan una amenaza a la seguridad nacional ni pública, ni tienen tampoco algún nexo con el extranjero.
Según los reportes de las televisoras, la actividad de los drones obligó al Aeropuerto Internacional de Stewart, en Nueva York, a cerrar temporalmente sus pistas durante casi una hora la noche del viernes. Para la gobernadora de ese estado, Kathy Hochul, “esto ha ido demasiado lejos”.
El mes pasado Hochul “instruyó al Centro de Inteligencia del Estado de Nueva York a investigar activamente los avistamientos de drones y coordinar con las fuerzas del orden federales para abordar este problema”.
Hay ruido con esto; sin embargo, los drones son de propiedad común en Estados Unidos. La Administración Federal de Aviación tiene registrados 791 mil 597 de esos aparatos voladores ya sea para uso comercial y recreativo.
Los aviones no tripulados se utilizan aquí en varias industrias, en la fotografía, la agricultura y el orden público, por solo citar unos ejemplos.
A pesar de las garantías de los funcionarios federales, los políticos locales continúan presionando por más información y recursos para investigar esos puntos que se mueven allá arriba.
En el condado de Morris, Nueva Jersey, elevaron una solicitud al gobierno federal para que movilice todos los recursos a ese nivel a su disposición, incluido el ejército, con el propósito de poner fin al vuelo no autorizado de drones en esa parte de la geografía nacional.
Este es un mundo al revés (parafraseando al desaparecido escritor uruguayo Eduardo Galeano), así que ya hay quienes se preguntan si esta será -al fin- una señal de los marcianos.
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