A 35 años de aquellos abominables e innecesarios bombardeos bajo la llamada operación Causa Justa, recordó el realizador audiovisual, Pedro Silva, nuevamente el cine ofrece ese espacio para desde el arte rendir homenaje a un pueblo que, a pesar del dolor y la destrucción, siguió adelante en busca de justicia y resiliencia.
La presentación de las cintas y un conversatorio intitulado Memoria e Identidad 35 años después, una iniciativa de colectivos como Cine Distrito y Raíces de mi barrio, contó con la participación de destacados profesionales, entre ellos Henrye Abrego, Enrique Castro, Ricardo Correa, Aris Mariota y el propio Silva, en un coloquio que moderó Ileana Correa.
Entre los filmes presentados sobresalen Ni un paso Atrás, Sin Causa y Donde caen los héroes.
Para Silva el cine devino vía para entender y procesar las complejas realidades de la invasión estadounidense al istmo iniciada el 20 de diciembre de 1989 con saldo de centenares de muertos, heridos y desaparecidos, en su mayoría sin identificar.
De otra parte, la abogada que representa a las víctimas de la invasión, Dilma Camargo, relató los obstáculos que pone el actual Gobierno para poder acceder a documentos desclasificados de esos ataques.
Al mismo tiempo denunció que lamentablemente no prestan atención a lo ocurrido en 2018 ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que aprobó un informe que responsabiliza a Washington de esa arremetida brutal, lo que constituye una violación flagrante de los derechos humanos y obliga a un resarcimiento a las víctimas y sus familiares.
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