Dirigida por Walter Salles y protagonizada por Fernanda Torres, la obra es una de las 15 preseleccionadas de la categoría divulgada este martes por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.
Ahora los largometrajes intensifican sus campañas para estar entre los cinco nominados, cuyo anuncio se hará el 17 de enero. La premiación se realizará en Los Angeles el 2 de marzo.
Brasil logró aparecer por última vez en la selección preliminar de la categoría en 2008, con El año en que mis padres se fueron de vacaciones, pero el filme no quedó entre los finalistas.
Premiada en el Festival de Venecia por el guion de Murilo Hauser y Heitor Lorega, la obra nacional preseleccionada resulta una adaptación del libro de memorias del mismo nombre de Marcelo Rubens Paiva que hace la historia muy personal de la familia del escritor una advertencia muy universal sobre los peligros del fascismo.
La película se puede resumir como la trayectoria de la madre del literato, Eunice Paiva (Torres), ama de casa de una familia influyente que está obligada a reinventarse después del asesinato de su marido por la dictadura militar en la década de 1970.
Según críticas periodísticas, la sinopsis es inevitablemente reduccionista, pero esta parece incluso más de lo normal. Todavía estoy aquí, dividido por la desaparición del ingeniero y exdiputado federal Rubens Paiva (Selton Mello), va mucho más allá.
La primera mitad es el retrato soleado de una pareja enamorada y sus cinco hijos, con una hermosa casa en la playa en Río de Janeiro.
En el segundo, las cortinas se cierran y el hogar se vacía con la ausencia de Paiva y la interpretación inmensa de Torres llena este espacio con el propósito furioso, pero contenido, de una madre que se negaba a llorar delante de sus descendientes.
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