Según el portal Brasil de Fato, a tal reclamo se unió la bancada del PSOL en la Cámara de Diputados y demandaron anular a la parlamentaria junto al Consejo de Ética de esa asamblea.
En el documento presentado, el partido señala el quiebre de decoro por el hecho de que supuestamente Zambelli, en diciembre de 2022, intentó convencer al entonces comandante de la Aeronáutica, teniente brigadier Carlos de Almeida Baptista, para adherirse a la componenda.
Tal caso es citado en las investigaciones de la llamada Operación Contragolpe, desatada por la Policía Federal (PF) en noviembre.
La solicitud de casación invoca el artículo 55 de la Constitución Federal y el Código de Ética de la Cámara baja, señalando que la postura de la congresista ofende gravemente el respeto a los principios de la democracia y de la honorabilidad parlamentaria.
El sitio noticioso asegura que Zambelli está implicada también en otros frentes, pues el 13 de diciembre, el Tribunal Regional Electoral de Sao Paulo formó mayoría para anular el mandato de la legisladora y hacerla inelegible por difundir contenidos falsos sobre el proceso electivo.
Suspendido el mismo día, el juicio continuará en 2025. La acción judicial fue presentada por la congresista socialista Sâmia Bomfim, quien manifestó que el hecho fue movido «por abuso de poder político, al difundir todo tipo de desinformación en las elecciones de 2022 y ahora saber que formaría parte de toda la trama golpista, la cual desembocaría el 8 de enero (2023)».
La sociedad brasileña está impactada tras el arresto el sábado del general de la reserva Walter Braga Netto, exministro de la Casa Civil y Defensa durante el Gobierno de Bolsonaro, blanco de la investigación sobre la tentativa golpista en 2022.
En el informe de la PF se acusa a ambos y al exayudante de órdenes del exmandatario ultraderechista, teniente coronel Mauro Cid, por los crímenes de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado y organización criminal.
Durante la indagación, la fuerza del orden público concluyó que Braga Netto era el arquitecto de la conspiración, es decir, la principal autoridad detrás de su planificación y daba respaldo y credibilidad entre los oficiales y comandantes.
Era, en palabras de un perito, «la cabeza, el mentor del golpe, pero bajo el mando de Bolsonaro». En el complot se articuló además el asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el vicepresidente Geraldo Alckmin y el ministro Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema.
npg/ocs
