Investigadores de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, liderados por Maureen Cropper, evaluaron el impacto en la salud pública de la exposición a tres tipos de sustancias químicas que se utilizan principalmente en plásticos: bisfenol A (BPA), ftalato de di(2-etilhexilo) (DEHP) y éteres de difenilo polibromados (PBDE).
El BPA y el DEHP se encuentran en los envases de plástico para alimentos, en tanto los PBDE son retardantes de llama que se utilizan en algunos artículos domésticos, como muebles y aparatos electrónicos.
El equipo basó su indagación en más de mil 700 estudios publicados previamente, y calculó la exposición de las personas a estas tres clases de sustancias químicas en 38 países, que representan aproximadamente un tercio de la población mundial.
Tres de los países (Estados Unidos, Canadá y Corea del Sur) también cuentan con bases de datos públicas que monitorean los niveles de estas sustancias químicas en muestras de orina y sangre, lo que proporcionó datos aún más precisos.
En combinación con los registros médicos y los informes toxicológicos, los investigadores calcularon los efectos sobre la salud atribuibles a estas sustancias químicas.
Hallaron que en 2015, alrededor de 5,4 millones de casos de enfermedad de las arterias coronarias y 346 mil accidentes cerebrovasculares se asociaron con la exposición al BPA y que aproximadamente 164 mil muertes en personas de entre 55 y 64 años podrían deberse al DEHP.
Esto subraya la importancia de que los gobiernos y los fabricantes limiten el uso de sustancias químicas tóxicas en los productos plásticos antes de que lleguen a los consumidores, afirmó Cropper.
rc/lpn