Por Carmen Esquivel
En respuesta a varios medios, entre ellos Prensa Latina, el secretario ejecutivo del organismo de Naciones Unidas, José Manuel Salazar-Xirinachs, señaló que las consecuencias pueden ser diferentes en cada uno de los países, en dependencia de la orientación de su comercio exterior.
“Desde esa perspectiva México es seguramente el más vulnerable porque el 84 por ciento de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos y hay un altísimo grado de integración de sus cadenas de suministro y sus estructuras productivas”, dijo.
Si efectivamente Trump aplicara un arancel, no digamos del 25, sino del 10 por ciento, las exportaciones y la inversión mexicanas se verían afectadas y el Producto Interno Bruto sería de 0,8 a un punto porcentual menor, explicó.
Salazar-Xirinachs advirtió que los países centroamericanos también son vulnerables, no solo en el tema del comercio, sino además por las remesas enviadas por los migrantes, y si se realizan deportaciones masivas, como se han anunciado, esto también tendría consecuencias negativas.
La Cepal considera menos vulnerables a los países de América del Sur, que tienen como socios comerciales más importantes a China y la Unión Europea.
El organismo de la ONU también estima que las medidas anunciadas por Trump, como el alza de aranceles a productos de importación y la deportación de migrantes, tendrían efectos inflacionarios en Estados Unidos por el aumento del precio de las mercancías y la escasez de mano de obra.
En su último informe del año, presentado este miércoles, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe pronosticó bajas tasas de crecimiento para la región, que serán de 2,2 por ciento este año y de 2,4 en 2025.
Los países del área se encuentran sumergidos en tres trampas fundamentales: baja capacidad para crecer, elevada desigualdad y una gobernanza poco efectiva.
Interrogado por Prensa Latina sobre las recomendaciones para dar un vuelco a la situación, Salazar-Xirinachs advirtió que la región corre el riesgo de entrar en una tercera década perdida de crecimiento y eso es algo que se debe evitar mediante el impulso a transformaciones productivas.
“Pero no hay varitas mágicas”, dijo, y abogó por las alianzas estratégicas entre los sectores públicos y privados, la academia y los territorios.
Explicó que en la zona hay ejemplos positivos de empresas, instituciones y actores económicos con capacidad de desarrollar conocimientos especializados en dispositivos médicos, maquinaria agrícola, industria aeroespacial y energías renovables, que han tenido éxito.
“Lo que estamos proponiendo son políticas de desarrollo productivo que no ponen subsidios a manos llenas por delante, sino la colaboración de empresas de todos los tamaños para desarrollar agendas productivas sólidas”, expresó.
La Cepal llamó a identificar áreas con alto potencial para dinamizar el crecimiento priorizando la sostenibilidad ambiental, el impulso a la ciencia, la tecnología y la innovación, la digitalización, el financiamiento y la atracción de inversiones.
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