Para el 2025, el organismo de Naciones Unidas proyecta una expansión del PIB de 2,4 por ciento, con lo cual los países del área continuarían una trayectoria de bajo crecimiento.
Así lo refleja el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024, presentado este miércoles en Chile por el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs y Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico.
Esta situación implicaría que en el mediano plazo la contribución de las economías de la región al crecimiento mundial se reduciría casi a la mitad, advirtió el informe.
Latinoamérica y el Caribe enfrentan un contexto internacional caracterizado por una elevada incertidumbre financiera y comercial y una desaceleración de sus principales socios.
La Cepal ha advertido que la región está sumida en tres trampas fundamentales: baja capacidad para crecer, elevada desigualdad y una gobernanza poco efectiva.
Para salir de esta situación, el organismo recomienda impulsar la movilización de recursos financieros que apoyen la transformación productiva, fomentar la inversión en capital productivo y generar empleos de calidad.
El informe reitera que la CEPAL ha identificado 14 sectores impulsores o transformadores agrupados en tres categorías: industria, servicios y áreas clave para la sostenibilidad.
Estos sectores son prioritarios para los países de América Latina y el Caribe, ya que poseen un alto potencial dinamizador del crecimiento y la productividad.
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