Se trata de las úrsidas, la última gran cita astronómica de 2024 que iluminará en estos días y hasta el 24 de diciembre el cielo nocturno.
Aunque a menudo pasan desapercibidas frente a eventos más destacados como las gemínidas o las cuadrántidas, esta lluvia de meteoros posee un encanto particular que merece ser apreciado, explican especialistas.
Este fenómeno astronómico se produce entre el 17 y el 26 de diciembre, siendo más visible en el hemisferio norte. En 2024, el pico de actividad está previsto para el día 22 de diciembre, y se esperan entre 10 y 50 meteoros por hora, una tasa modesta pero suficiente para disfrutar de un buen espectáculo celeste.
La lluvia de estrellas úrsidas tiene lugar cada año cuando la Tierra atraviesa una zona del espacio cargada con pequeños fragmentos desprendidos del cometa 8P/Tuttle, un visitante periódico de nuestro sistema solar que fue descubierto en 1858.
Estos fragmentos, llamados meteoroides, ingresan a nuestra atmósfera a velocidades extraordinarias, donde la fricción con el aire los vaporiza, generando el destello brillante que conocemos como meteoro o estrella fugaz.
Lo que distingue a las úrsidas es su radiante, el punto en el cielo de donde parecen provenir. Este radiante está ubicado cerca de la estrella Kocab, en la constelación de la Osa Menor.
Aunque su intensidad es moderada comparada con otras lluvias de estrellas, su aparición en una época del año en la que las noches son largas y oscuras las convierte en una opción ideal para la observación.
En alguna ocasión, la lluvia de estrellas úrsidas ha sorprendido con sorprendentes picos de actividad, como el registrado en el año 1945, cuando se observaron hasta 169 meteoros por hora.
Aunque las úrsidas suelen quedar en segundo plano frente a lluvias como las gemínidas, que alcanzan su máximo una semana antes, o las cuadrántidas, que lo hacen dos semanas después, tienen un carácter distintivo.
En ocasiones, su actividad puede presentar pequeños picos inesperados, como el que se espera en la madrugada del 21 al 22 de diciembre en 2024. Este fenómeno podría estar relacionado con el paso de un filamento de material del cometa 8P/Tuttle ese día.
La ubicación de las úrsidas en el calendario también tiene un atractivo especial: coincide con el inicio de las celebraciones navideñas.
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