Sendos comunicados de la Comisión Europea avalaron el consentimiento para que el Gobierno galo otorgue a la industria nacional tres mil millones de euros con vistas a la descarbonización, y que las autoridades germanas entreguen un monto más o menos similar para incentivar los combustibles renovables.
Las ayudas estatales en Francia apoyarán en los próximos 15 años a las empresas que estén sujetas al Sistema de Comercio de Emisiones europeo (ETS, en inglés) y que quieran reducir las emisiones de sus procesos de producción, avaló la fuente.
En el otro caso, Alemania aportará dos mil 700 millones de euros y Países Bajos 300 millones, con destino a la fabricación de combustibles renovables de origen no biológico, incluido el hidrógeno renovable.
A juicio de la Comisión, ello contribuirá tanto a la transición ecológica de la UE como a reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos.
El esquema para los carburantes, detalló, se basará en una doble subasta en 2025, en la cual concurrirán por lado, productores del área y de países extracomunitarios, y por el otro, compradores alemanes y holandeses de dichos surtidos.
También el Ejecutivo comunitario dio su visto bueno a una ayuda directa alemana de 350 millones a la empresa Concrete Chemicals para uno de los primeros proyectos de la UE de producción de combustibles sintéticos para aviación.
Otro reporte del organismo confirmó este miércoles la decisión de investigar ayudas estatales de Polonia para construir la primera central nuclear del país, por temor a posibles distorsiones en la competencia dentro del mercado eléctrico.
Polonia, que produce gran parte de su electricidad con centrales alimentadas por carbón, prevé iniciar la ejecución de su primera central nuclear en Lubiatowo-Kopalino, en el norte del territorio nacional.
Para la segunda mitad de 2030 podría entrar el funcionamiento la planta, con una inversión estimada de aproximadamente 45 mil millones de euros, lo cual «reforzaría la seguridad del suministro eléctrico a Polonia y los países vecinos, contribuiría a la descarbonización del sector energético y diversificaría el mix energético polaco», opinó el Comisión Europea.
Sin embargo, la entidad se propone «verificar que el apoyo público cumple con las normas sobre ayudas estatales (de la UE) cuyo objetivo es preservar la competencia dentro del mercado interno», apuntó la vicepresidenta de la Comisión Teresa Ribera.
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