La propuesta establece que el uso de dispositivos móviles será permitido solo en situaciones específicas, como para fines didácticos, de accesibilidad o seguridad de los estudiantes.
Tal iniciativa llegó al Senado este martes después de la aprobación definitiva, la semana pasada, por la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados.
El relator designado en la asamblea senatorial, Alessandro Vieira, pretende adoptar un procedimiento acelerado para la aprobación.
Primeramente, presentar una solicitud de urgencia en el pleno, evitando el trámite del proyecto en las comisiones y poner el texto en votación el mismo día.
La semana pasada, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, indicó que la materia sería priorizada antes del receso parlamentario, previsto para el 20 de diciembre.
También el ministro de Educación, Camilo Santana, expresó su apoyo a la proposición y pidió compromiso en el trámite.
De acuerdo con el texto, la restricción se aplicará en todos los niveles de la educación básica, infantil, primaria y secundaria, y será válida durante las clases, intervalos y recreos.
El dictamen, sin embargo, permite el uso del móvil en algunas situaciones, como cuando haya un «estado de peligro, necesidad o caso de fuerza mayor».
Vieira excluyó del dictamen la parte que prohibía el uso de los aparatos en los lugares de enseñanza.
La iniciativa establece que las escuelas creen estrategias para cuidar la salud mental de los discípulos de educación básica.
En tal sentido, para llevar información sobre riesgos, señales y prevención del sufrimiento mental, lo cual incluye el aprendizaje para el uso moderado de celulares.
Los centros docentes deben aún proporcionar espacios para escuchar y acoger a los alumnos y empleados que estén en sufrimiento psíquico, principalmente por el uso de pantallas sin moderación.
Brasil tiene alrededor de 1,2 teléfonos inteligentes por cada habitante y un total de 268 millones de artefactos en uso, según datos recogidos en septiembre.
También hay 1,8 dispositivos (incluyendo smartphones, portátiles y tabletas) para cada habitante en el país, sumando 384 millones de unidades en uso.
Esta cifra representa un aumento en comparación con el mismo período de 2023, que registró 1,7 aparatos portátiles activos por habitante.
Todos los días son vendidos en el gigante sudamericano dos mil 300 móviles.
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