En un discurso televisado, el líder de la Corriente Marada renovó su postulación a competir desde una posición de fuerza por la primera presidencia, a pesar de las circunstancias del país.
Frangieh insistió en un jefe de Estado a la altura de su cargo y con la capacidad de llevar a Líbano a una nueva etapa.
A su vez, expresó: «somos constructores de Estado, y esto es lo que fortalece al país, al ejército y a la resistencia».
El también diputado deseó una vecina Siria árabe y la puerta oriental al Líbano, «y dejamos el juicio al tiempo», en un breve comentario respecto al derrocamiento del gobierno del presidente Bashar Al-Assad por la oposición extremista.
Antes del estallido de la agresión israelí en octubre de 2023 y la realización de 12 sesiones legislativas, Frangieh sumó el respaldo de diputados de la Resistencia de Líbano (Hizbulah), el movimiento Amal y algunos representantes sunitas e independientes.
Cuando restan poco más de 20 días para el regreso de las convocatorias presidenciales y a la luz de los contactos políticos, aparecen en la lista de aspirantes Frangieh, el diputado Neemat Frem y el comandante del Ejército, Joseph Aoun.
Un día después de la entrada en vigor del alto el fuego a finales de noviembre, la máxima figura de la unicameral legislatura, Nabih Berri, convocó a una sesión el 9 de enero y dio un plazo de un mes para llegar a un consenso entre los bloques parlamentarios.
Desde el 29 de septiembre de 2022, las convocatorias legislativas fracasaron en el intento de designar al sucesor de Michel Aoun (2016-2022), quien terminó su gestión al frente del Estado el 31 de octubre de ese propio año.
A inicios de 2025, Líbano intentará nombrar al presidente número 14 después de la independencia, en medio de las repercusiones de un año de bombardeos y crímenes israelíes y la continuidad de discrepancias políticas internas e injerencia extranjera.
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