El reporte, publicado este miércoles por la oficina en este país de la organización humanitaria internacional Save the Children, en ocasión de celebrarse el Día Internacional del Migrante, precisa que el 13,66 de esos infantes cuenta entre 7 y 14 años, mientras sólo representan 1,65 puntos porcentuales del total aquellos con edades de 0 a 6 años.
En los primeros seis meses de 2024 se registraron seis mil 694 entradas de niños migrantes sin compañía, y se solicitó la expedición de 11 mil 449 permisos de residencia para menores, muchas de ellas relacionadas con menores que llegaron a Italia en 2023 y que carecían aún de ese documento sobre su status legal.
Entre estos últimos fueron mayoría los procedentes de Egipto, con un total de dos mil 583; seguidos por los nacidos en Gambia, quienes ascendieron a mil 659, y en tercer lugar los tunecinos, que sumaron mil 523, entre quienes loa varones representaron un 94 por ciento del total.
De los más de 19 mil inmigrantes menores no acompañados registrados en el sistema de acogida y protección los más numerosos son también los de nacionalidad egipcia, con tres mil 849, y en segundo lugar aparecen los niños ucranianos que suman tres mil 631, mientras dos mil 224 proceden de Gambia, mil 973 de Túnez y mil 515 de Guinea.
Entre 2014 y 2024 llegaron a Italia, solo por la vía marítima, 127 mil 662 menores extranjeros no acompañados, en su mayoría adolescentes y preadolescentes, con una media de 11 mil 600 anuales, y actualmente la sureña región de Sicilia es la que presenta mayor incidencia, con cuatro mil 555 niños acogidos en octubre de 2024, apunta el análisis.
“Es necesario garantizar que todos los menores que llegan solos a Italia, sin padres ni figuras de referencia, tengan un camino de acogida, protección e inclusión que los acompañe hasta la edad adulta, con el apoyo de la comunidad”, subrayó Antonella Inverno, responsable de Investigación y Análisis de Datos de Save the Children Durante 2023, un total de 11 mil 700 jóvenes de 18 años abandonaron el sistema de acogida y protección, muchos de los cuales se encontraron desprotegidos, sin posibilidad de continuar sus estudios o acceder a un empleo.
Estos menores, “a menudo llegan a la edad adulta y deben tener un trabajo y un hogar independiente”, pero si en el sistema de acogida no se les brinda un apoyo adecuado, “el riesgo es que, a los 18 años, el camino hacia la autonomía se vea interrumpido abruptamente”, apuntó Inverno.
Por otra parte, la falta de documentos o el retraso en su expedición a menudo dificulta, de manera significativa, el proceso de inclusión de estos jóvenes inmigrantes, lo que limita en Italia sus oportunidades de acceso al trabajo y a los servicios, incluida la asistencia sanitaria y de formación profesional, agrega la fuente.
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