La criptomoneda, una vez criticadas por expertos y economistas, incluso premios Nobel de economía, parece inventada para llegar a topes de valor no imaginados, dado que es una «moneda deflacionaria» que aumenta en valor sin poder sobre pasar los 21 millones de unidades.
El límite de 21 millones de bitcoins no se alcanzará hasta el año 2140, su disponibilidad real puede ser menor debido a pérdidas de claves privadas y errores humanos, según estudios.
Eso hace que su valor puede incrementarse constantemente pero no aumentan la minería que supere el número establecido de bitcoin. El aumento de compras institucionales e individuales prosigue presionando la demanda del “token” digital, lo que genera incremento en su cotización por la escasez del activo.
De la misma forma que alcanzó el valor de 108 mil 050 durante el martes, hoy pudiera establecer otro tope, pues los que no creen que sea un activo que se basa en la especulación, estiman que se puede acercar pronto a los 200 mil dólares en su valor.
Algunos creen que antes de que el presidente electo, Donald Trump, tome posesión el 20 de enero de 2025, el criptoactivo pudiera estar rozando o sobrepasando ya los 150 mil dólares en su valor.
Los expertos del mercado recuerdan que la cotización del activo continuará aumentando en concordancia a su demanda, ya que tiene una naturaleza deflacionaria, es decir, tiene límite de emisión, lo cual le hace ser un bien escaso.
La idea de crear bitcoins fue propuesta por primera vez en un libro blanco publicado en línea en 2008 por un misterioso individuo o grupo que utilizaba el seudónimo de Satoshi Nakamoto.
Para combatir la inflación , Nakamoto escribió en el código que el número total de bitcoins solo sería de 21 millones, por lo que al no poderse “minar” más, el valor de los que están en el mercado crecerá sin freno.
El Bitcoin (BTS) no tiene impacto en la economía internacional pues es un activo digital privado que se utiliza para la especulación y lavado de dinero, no en inversiones productivas, estimó el economista y consultor privado salvadoreño Cesar Villalona.
“Creo que es parte del carácter parasitario del imperialismo del que hablaba Lenin en 2016, donde se mueven recursos para una esfera que no es productiva, en este caso peor porque es para la especulación”, dijo . En opinión de Villalona el «token» no es dinero de curso legal en ninguna parte, incluyendo en El Salvador, porque no tiene funciones de dinero, aquí no es emitido por una autoridad monetaria sino que se compra y para eso no necesita ley.
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