Así lo anunciaron las partes en rueda de prensa tras el cierre del quinto ciclo de diálogos que se desarrolló en Pasto, Nariño, la región en el suroeste del país donde opera la mentada insurgencia.
Según se informó, el cese de las hostilidades será inicialmente por un periodo de seis meses y empezará una vez los miembros de Comuneros se concentren en “zonas de ubicación temporal” que estarán localizadas en la región de los Abades en Nariño, que componen municipios como Samaniego y Guachavés.
El jefe negociador del gobierno, Carlos Erazo, comentó que el proceso de desplazamiento de los guerrilleros a estas zonas podría empezar a principios del próximo año, cuando también se tiene previsto la entrada en vigor de la tregua.
En tanto, la adopción de un procedimiento para destruir el material de guerra significa que este grupo entregará y destruirá sus fusiles, granadas, drones y cualquier otro armamento que posean.
También se divulgó que en el trascurso de este mes se terminarán de definir los protocolos para la dejación de las armas, un proceso que, según apuntaron, podría comenzar en abril próximo.
El cese al fuego será monitoreado por la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de Estados Amercianos y se incluirán otros municipios fuera de la subregión de Abades donde este grupo también tiene presencia.
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