En un comunicado, el Ejército informó que la operación comenzó a las 03:15 (hora local), cuando docenas de aviones bombardearon en una primera oleada varios blancos en la zona costera.
Una hora después una segunda oleada atacó Saná, la capital yemenita, controlada por el grupo armado desde 2014.
Según reportes, entre los objetivos están los puertos de Ras Issa, Al-Salif y Hobeida, ocho remolcadores, tanques de combustible y centrales eléctricas.
La televisora yemenita Masirath TV reportó nueve muertos, siete en el puerto de Al-Salif y dos en las instalaciones petroleras de Ras Issa, ambas ubicadas en la provincia costera de Hodeidah.
Mientras, el canal noticioso saudita Al Hadath precisó que las plantas termoeléctricas de Aziz y Dhahban, ubicadas al sur y el norte de Saná, respectivamente, sufrieron graves daños.
Las FDI señalaron que la operación es una respuesta a las constantes incursiones hutíes contra Israel desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, en octubre de 2023.
Desde entonces los milicianos dispararon más de 200 misiles y unos 170 drones, lo cual, a su vez, provocó dos grandes bombardeos contra Yemen. Solo en diciembre la mulicia hutí lanzó ocho cohetes.
Los rebeldes afirman que sus operaciones tienen como objetivo respaldar al pueblo palestino, en especial a los habitantes de Gaza, y prometieron continuar hasta el fin del conflicto allí.
Nuestras acciones continuarán, “la escalada enfrentará una escalada hasta que se detenga el genocidio en Gaza”, advirtió tras el ataque israelí Muhammad al-Bahiti, dirigente de esa organización armada.
Quien levante una mano contra nosotros se la cortaremos, respondió el ministro de Defensa Israel Kantz.
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