En el contexto de su visita al archipiélago del Océano Índico, donde permanecerá hasta mañana, el mandatario manifestó solidaridad con la población local, en un escenario de devastación total y sin una cifra estimada de fallecidos, con proyecciones de que pudieran ser cientos e incluso miles.
Después de constatar desde un helicóptero la destrucción provocada el sábado por Chido y de recorrer zonas golpeadas por la catástrofe, ofreció establecer una ley especial para la recuperación de la colectividad, considerada desde antes de la tragedia la más pobre de Francia.
Supimos organizar unos Juegos Olímpicos y reconstruir la catedral de Notre-Dame, por tanto, sabremos también reconstruir Mayotte, dijo en su capital Mamoudzou.
Asimismo, aseguró que para el domingo habrá llegado el agua y la comida a todas las comunidades afectadas, en medio de críticas de la oposición, en particular desde la izquierda, que acusa al Estado de una lenta reacción y de denuncias de mayotenses al sentirse abandonados a su suerte.
Uno de los reclamos al gobierno ha sido el de solicitar ayuda internacional, y en ese sentido, París activó este jueves el mecanismo de protección civil de la Unión Europea.
El ciclón, con sus vientos en rachas de más de 200 kilómetros por hora y olas gigantes, causó el peor desastre natural en Mayotte en un siglo, con un impacto severo en los barrios más humildes, los que Macron prometió erradicar.
Respecto a la seguridad, el jefe de Estado anunció el despliegue en los próximos días de mil 200 efectivos adicionales para garantizarla, ante las amenazas de saqueos.
Otro tema abordado por el mandatario fue el de la inmigración ilegal, comprometiéndose a combatirla con más fuerza.
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