Cuestionado por la presidenta de la comisión, Meg Hillier, y con bajos niveles de popularidad tras la abrumadora mayoría que obtuvo en las elecciones de julio, el jefe de gobierno dijo estar satisfecho de su gestión y defendió el criticado Presupuesto que su ministra de Economía, Rachel Reeves.
No obstante reconoció que tendrán que acometer reformas importantes en la planificación urbanística, especialmente regulatorias, para alcanzar los objetivos de construcción de vivienda.
Por otra parte volvió a achacar la responsabilidad de los aumentos de impuestos al agujero fiscal de 26 mil 500 millones de euros heredados del anterior Gobierno conservador.
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