El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Lin Jian desestimó estas afirmaciones, calificándolas de infundadas y carentes de evidencia sólida.
Señaló que la producción de chiles en Xinjiang ha alcanzado un alto grado de mecanización, con algunas áreas principales logrando una tasa de cosecha mecánica del 100 por ciento. «¿Se refieren acaso a una ‘labor forzada’ de las máquinas?», ironizó. Además, destacó la reciente celebración en la ciudad de Urumqi, capital de esa región, de un seminario internacional sobre empleo y seguridad social al que asistieron más de 200 invitados de más de 40 países y organizaciones internacionales.
Según Lin, los participantes observaron una realidad en Xinjiang distinta a las narrativas negativas y condenaron las acusaciones de trabajo forzado como gravemente alejadas de la verdad, ya que privan a los residentes de sus derechos al empleo, la supervivencia y el desarrollo.
El portavoz criticó a ciertos medios occidentales y a individuos que, desde la comodidad de sus oficinas, fabrican y difunden informes engañosos sobre Xinjiang.
«No están más que creando rumores o en camino de crearlos», afirmó y agregó que estas tácticas no pueden ocultar la realidad ni engañar a la comunidad internacional.
Concluyó sugiriendo que, dado lo repetitivo y absurdo de estas acusaciones, sería mejor que buscaran «un guionista de mayor calidad».
La región autónoma uigur, ubicada en el noroeste, es frecuentemente usada por Occidente para lanzar acusaciones contra Beijing sobre el presunto maltrato a las minorías étnicas, la existencia de trabajo forozoso y campos de reeducación.
China siempre rechazó esos señalamientos y aseguró que las políticas aplicadas en Xinjiang buscan combatir el terrorismo y la radicalización, pero también ayudar al desarrollo socioeconómico de su población.
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