Los niños, de entre 11 y 15 años de edad, desaparecieron el pasado 8 de diciembre en la ciudad de Guayaquil cuando testigos vieron que hombres con uniformes militares y policiales se los llevaron.
Luis Eduardo Arroyo, padre de dos de los menores, presentó una denuncia ante la Fiscalía de la provincia de Guayas y afirmó que los secuestradores dispararon al aire antes de forzar a los niños a subir a un vehículo.
Las familias recibieron un mensaje de los secuestradores, que exigieron dos mil dólares para liberar a los niños.
Un reporte del canal local Ecuavisa señaló a presuntos miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) como involucrados en el hecho, y la Fiscalía llamó a declarar a los uniformados implicados.
Las Fuerzas Armadas difundieron un comunicado oficial sobre el tema e informaron que cooperan en la búsqueda con la Unidad Antisecuestro y Extorsión de la Policía Nacional, brindan facilidades necesarias a la Fiscalía General y ejecutan medidas necesarias para este tipo de eventos.
La desaparición de los menores generó conmoción en Guayaquil y ha puesto en el foco la participación de aparentes militares en actos ilegales, lo que agrava la desconfianza hacia las instituciones.
Este hecho tiene lugar en medio de la crisis de inseguridad en Ecuador, que, de acuerdo con cifras oficiales, registró más de dos mil 100 secuestros entre enero y septiembre de 2024.
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