El proyecto que pudiera ser votado este viernes por el Legislativo establece que un chofer puede ser apresado aunque no se encuentre en estado de ebriedad y solo se le pruebe que consumió bebidas alcohólicas o uso drogas.
La nueva ley es en respuesta a muchas lagunas que presenta el actual código vehicular y a la alta accidentalidad en un país de apenas 21 mil kilómetros cuadrados y cerca de dos millones de vehículos.
Estadísticas señalan que del primero de enero al 15 de diciembre de este año se registraron 19 mil 375 accidentes de tránsito con saldo de 11 mil 392 personas lesionadas y mil 231 muertos.
Cifras del Gobierno registran 33 fallecidos, 506 lesionados y 734 accidentes provocados por conductores en estado de ebriedad.
La Asamblea Legislativa podría aprobar en sesión plenaria de este viernes, tal vez la última del año 2024, una reforma para que en el delito de conducción peligrosa se aplique también a los conductores que hayan consumido cualquier cantidad de alcohol.
La iniciativa fue aprobada el jueves por una Comisión legislativa del Parlamento e incluirá las detenciones de los conductores que presenten menos de 100 mililitros de alcohol por decilitro de sangre, actualmente exentos del proceso penal.
A partir de su aprobación y entrada en vigor, la nueva ley incluye penalidades por un valor de entre 50 y 150 dólares, así como regulaciones como el uso de cinturón para todos los viajeros en un vehículo, entre otras.
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