Si bien más del 80 por ciento de la población de Lesoto vive en zonas rurales y la mayor parte del país depende de la agricultura de subsistencia, muchos hogares aún carecen de acceso a tierras agrícolas y el país resulta altamente vulnerable a los impactos de la crisis climática.
De acuerdo con el Fondo Mundial de la Alimentación, el 50 por ciento de la población vive por debajo del umbral de pobreza, el 33 por ciento de los niños menores de 5 años de edad sufren retraso del crecimiento y 520 mil personas pasan hambre severa.
Más de tres cuartas partes de su población dependen de la ganadería y de la agricultura de subsistencia, mientras que el país produce menos del 20 por ciento de sus propios alimentos.
De igual modo, depende en gran medida de Sudáfrica para la mayoría de su actividad económica.
El Fondo Mundial de la Alimentación acoró que Lesoto es muy vulnerable a los impactos de la crisis climática, con las sequías inducidas por El Niño que devastan las cosechas y causan pérdidas significativas de ganado.
Se prevé que el clima se torne más cálido y seco, lo que hará que las sequías y las inundaciones sean más frecuentes e intensas.
Si bien se están tomando algunas medidas de adaptación al clima, el país carece de los recursos para enfrentar estos desafíos.
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