Lula «todavía tiene la intención de hacer, aún esta semana, más probablemente el día 20, una reunión con los ministros y ministras, un encuentro de fin de año», afirmó Padilla después de platicar con el mandatario en Sao Paulo.
También el jefe de la Casa Civil, Rui Costa, participó en la conversación.
Padilha aseguró; sin embargo, que aún no se ha definido el formato del encuentro ministerial previsto para realizarse en la Granja del Torto, la casa de descanso del exdirigente obrero en esta capital, bajo un clima de fraternidad.
«Obviamente, vamos a esperar toda la evolución que está pasando con él (Lula), hasta toda la determinación del equipo médico en relación con esto», remarcó.
La anunciada cita se realizaría la víspera, pero tuvo que ser pospuesta tras el jefe del Ejecutivo someterse en un hospital en Sao Paulo a procedimientos para tratar una hemorragia intracraneal, como resultado de un accidente doméstico sufrido en octubre.
El gobernante fue dado de alta hospitalaria el miércoles, pero se quedó en Sao Paulo hasta el jueves por recomendación médica.
Tras pasar por un escáner de la cabeza, el equipo clínico que lo atiende apuntó que Lula, de 79 años, mostró estar bien, con cognición perfecta y liberado para emprender rutina de trabajo.
El examen era parte del protocolo postoperatorio.
Ahora, con el alta volvió a Brasilia, donde reanudó su agenda laboral. Los viajes internacionales, sin embargo, todavía tienen que esperar.
«El examen es mejor. Su estado general es bueno, y el equipo médico lo ha liberado para ir a Brasilia”, explicó ante la prensa el galeno Roberto Kalil Jr.
Detalló también que «el hematoma (en la cabeza) ya no existe» y se hizo solo «un control tomográfico después de una cirugía de este tamaño».
La única orientación en la recuperación es no hacer ejercicios físicos.
Pero, insistió Kalil Jr., «obviamente él va a tener las actividades normales, porque la parte de cognición es perfecta, puede trabajar. Básicamente, (la restricción) es ejercicio físico», agregó.
El domingo Lula fue dado de alta después de necesitar pasar por una cirugía para contener una hemorragia intracraneal.
Se le permitió volver a su casa en Sao Paulo para continuar recibiendo seguimiento clínico de cerca.
Para el equipo de profesionales que lo acompaña, el exsindicalista no tendrá ningún tipo de secuelas físicas ni neurológicas.
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