Tras el choque en la autopista Jaipur-Ajmer hubo una explosión seguida de un incendio que envolvió en cuestiones de segundos a una treintena de vehículos que circulaban por esa vía, de acuerdo con testigos, que calificaron el panorama de un infierno.
Según los relatos, las llamas eran visibles a casi un kilómetro de distancia, mientras las ambulancias y los vehículos de los bomberos se dirigían a toda velocidad hacia la zona del accidente.
Los funcionarios del departamento de salud de Rajastán confirmaron a la prensa las cifras de muertos y heridos hasta el momento, y dijeron que casi la mitad de los lesionados se encuentran en estado crítico.
La policía informó que la situación se aclarará una vez que se revisen minuciosamente todos los vehículos.
Todos los médicos, los residentes y el personal de enfermería fueron llamados para gestionar la situación debido a su gravedad.
También se abrieron salas adicionales para tratamientos de pacientes, de los cuales, algunos recibieron atención primaria en hospitales cercanos.
Las principales autoridades del país como el primer ministro Narendra Modi y la presidenta Droupadi Murmu lamentaron el incidente, expresaron el pésame a las familias por las víctimas mortales e hicieron votos por la pronta recuperación de los lesionados.
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