En un vehemente discurso en un acto de un programa estatal de empleo temporal, la mandataria volvió a atacar, tras una serie de sondeos en los que la aprobación a su desempeño cae a 3,0 por ciento y la desaprobación llega a 95 puntos porcentuales.
“A los que me califican, que dicen que tengo 3% de aprobación, yo les digo a ellos: De una vez pónganme cero”, dijo ya añadió que las encuestadores le asignaron primero 11 por ciento y “luego tocaron la puerta, (diciendo) denos alguito, le podemos subir 2 puntos”, lo cual dijo haber rechazado.
“No he sido tan buena en matemáticas, por eso los números no me preocupan”, añadió y reiteró que trabaja por la población, además de asegurar que no le dará “ni un sol (moneda peruana)” a las encuestadoras.
Ayer, en una visita a la andina y pequeña Chalhuanca, su ciudad natal, la jefa de Estado dijo ayer sobre sus resultados en las encuestas, parodiando a Cristo, “Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen ni lo que encuestan”. El analista político Juan de la Puente comentó que Boluarte no valora que la caída o la mejora en los sondeos tiene efectos políticos, lo cual se confirma con su insistente reacción contra los estudios de opinión.
Añadió que la presidenta opta por la confrontación y no busca rebajar las tensiones, sino exacerbarlas, en la creencia errada de que si polariza con quienes la critican, mejorará su posición, impactará al país a su favor y logrará recuperar la agenda nacional.
Opinó también que han mermado las posibilidades de que Boluarte complete su mandato, en julio de 2026, lo cual tiene mucho que ver con las aspiraciones electorales de los cuatro partidos que la sostienen en el sillón presidencial.
De la Puente añadió que dos de esos partidos han comenzado a guardar distancias del Gobierno (Avanza País y Renovación Popular), mientras el fujimorista Fuerza Popular busca que no se altere el panorama político para tener mejor opción en los comicios de 2026 y a la Alianza para el Progreso le interesa mantener posiciones de poder en la actual administración.
Se preguntó cuánto más podrían ambos partidos sostener al Gobierno a costa de sus posibilidades electorales.
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