El titular reveló, en una entrevista televisiva, que fueron devastadas ciudades enteras y aproximadamente la mitad de los 18 mil centros escolares del país resultaron dañados o destruidos.
Necesitamos renovar y construir más de nueve mil colegios y devolver a los estudiantes a sus escuelas, y esto tampoco es una tarea fácil, al igual que la reorganización y la reubicación de los maestros de todas las sectas y religiones en sus regiones, opinó Al-Qadiri.
Explicó que las autoridades borrarán del sistema educativo todas las referencias al exgobernante Partido Baath, pero no cambiará el plan de estudios escolar, ni restringirá los derechos de las niñas a la educación.
Los derechos a la educación no se limitan a un género específico. Tanto hombres como mujeres tienen derecho a aprender, aclaró el ministro.
Agregó que la religión como asignatura, ya sea el islam o el cristianismo, se seguirá enseñando como materia en los centros docentes, sin ningún cambio.
También precisó que las escuelas primarias seguirán siendo mixtas entre niños y niñas, mientras que la educación secundaria seguirá en gran medida segregada entre los sexos, tal como lo era antes.
No obligaremos a nadie a inscribirse en una escuela específica, y desde la antigüedad, hay en el país colegios para hembras y otros para varones después de la fase de enseñanza primaria. No cambiaremos nada en su composición. La realidad es como es, puntualizó.
Siria gozó durante mucho tiempo de uno de los sistemas educativos más sólidos del mundo árabe.
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