Por Raúl García Álvarez
La temporada está marcada por la llegada de excursionistas de países asiáticos, europeos y em particular de Rusia y Canadá, para disfrutar de las diversas modalidades de los complejos de la península Ancón, considerada el Varadero del sur del archipiélago cubano por la calidad de sus arenas y aguas ligeramente profundas.
Mientras, en la zona colonial de la tercera villa patrimonial, cercana a cumplir 511 años de fundada por los españoles, y el Valle de los ingenios, se incrementa el llamado turismo de día, gracias a excursiones procedentes desde polos de los cayos del norte de Ciego de Ávila y Villa Clara.
También son notables las ofertas del Kurhotel Escambray y el Complejo de Turismo Topes de Collantes, ubicado en el macizo montañoso Guamuhaya, así como las áreas para el senderismo bajo la protección de la empresa de Flora y Fauna en el territorio espirituano.
Entre las instalaciones se distingue el Meliá Trinidad Península, de alto estándar, considerado como hotel inteligente por sus facilidades tecnológicas y sustentables, incluida la generación de energía mediante paneles solares, que además aportan al sistema electroenérgico nacional, experiencia única.
La villa declarada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad cuenta además con dos hoteles de alto modelo: el Mystique Trinidad La Popa y el Iberostar Grand Trinidad, y las ofertas de la empresa extrahotelera Palmares No dejan ocasión para sobresalir.
Y sigue como ejemplo por más de medio siglo el restaurante buffet del hotel Las Cuevas, erigido como faro trinitario en una de las cumbres de la ciudad, junto a la Cueva la Maravillosa, llena de leyendas e historias.
En diálogo con Prensa Latina, Yordanis Fernández, delegado del Ministerio del Turismo en Sancti Spíritus, expuso los distinguidos valores del turismo en esta parte de Cuba, motivado a estar entre los más virtuosos y demandados por los visitantes extranjeros.
Ejemplo de esa vitalidad esta la recién realizada segunda edición del Festival Canchánchara: Tradición y Cultura donde se mostró el talento de creadores locales, junto a artistas nacionales, en una clara reafirmación de cubanía.
El Centro Histórico de la villa, las escalinatas de la Casa de la Música estuvieron entre los escenario que colmaron turista y poblado que disfrutaron del entramado colonial de la Plaza Mayor, los museos, la Casa de la Trova y el Patio Bécquer.
En la Trinidad de Cuba sigue presente la creatividad a través de la música, la artesanía y las artes populares, el diseño, el cine, la literatura, las artes digitales o la gastronomía para integrar la Red de Ciudades Creativas del mundo.
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