De acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC), el indicador representa en cifras un millón 566 mil 14 personas que trabajan en empleos no regulados por el Estado, la mayor parte hombres y concentrados en las provincias de Panamá, Panamá Oeste , Chiriquí, Colón y Coclé, entre otras.
El consultor laboral René Quevedo explicó al diario la Estrella de Panamá que si bien el desempleo subió de 7,4 a 9,5 por ciento, hoy hay 15 mil 363 más personas buscando trabajo que hace un año, y 30 mil 682 menos en plazas.
Agregó que entre las implicaciones de la informalidad sobresale la mayor contracción de la ocupación formal desde la pandemia de Covid-19 y recordó que ello atenta contra el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Al respecto indicó que en la década entre el 2013 y el 2023, cada asalariado que perdió su empleo fue reemplazado en la economía por tres funcionarios y nueve informales, síntoma de la pérdida de confianza en el clima para la inversión privada, particularmente en los sectores que generan la mayoría de esas plazas.
En el istmo, una persona que se encuentra en la informalidad laboral no cuenta con los beneficios y protecciones formales, como seguridad social, seguro de salud, vacaciones pagadas y derechos de jubilación.
Estos trabajadores suelen estar empleados en sectores como el comercio ambulante, pequeños emprendimientos, trabajos domésticos, y otras labores que no están registradas oficialmente.
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