La ocupación fue resultado del Plan Anticontrabando que impulsa el Ministerio de Hacienda por medio de la Dirección General de Aduanas, el cual permitió, entre otras, decomisos en frontera provenientes de países vecinos y en el territorio nacional.
El ministro de Hacienda Jerson Posada destacó los resultados que permitieron golpear a estructuras de contrabando que intentaron o ingresaron al país. Este año hemos tenido un incremento en la cantidad de decomisos realizados en comparación con 2023, estamos desarrollando acciones claras y contundentes, dijo.
Hasta ahora la Dirección General de Aduanas destruyó de 27,924,740 cigarrillos de contrabando de distintas marcas que fueron incautadas mediante operativos encabezados por Aduanas, la Policía Nacional Civil, la Fiscalía y la Fuerza de Tarea Sumpul de la Fuerza Armada, agregó Posada.
Debido al control que ejercían las pandillas en las redes de contrabando, productos como los cigarrillos eran adquiridos por las estructuras terroristas para financiar su accionar criminal, según fuentes de seguridad.
De acuerdo con el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, las estructuras de contrabando se vieron obligadas a pactar con las pandillas debido a que estas controlaban las zonas comerciales en las que se venden estos ilícitos.
La venta ilegal de cigarrillos es impulsada por carteles internacionales que tienen establecido recorridos desde Asia hasta Panamá y desde allí por corredores hasta Belice donde van a otros países centroamericanos.
Según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el volumen de comercio internacional de productos falsos y piratas creció hasta alcanzar los 509 mil millones de dólares.
Esto le cuesta a los contribuyentes y gobiernos en todo el mundo entre 40 y 50 mil millones de dólares al año al no pagar impuestos.
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