El magnate y futuro inquilino de la Casa Blanca retó la víspera al presidente panameño José Raúl Mulino, quien en cadena nacional aseverara ante las primeras declaraciones que “cada metro cuadrado del canal de Panamá y su zona adyacente es de Panamá, y lo seguirá siendo»,
Con una escueta e irónica frase, “Ya lo veremos”, acompañada de una bandera norteamericana que flamea sobre las aguas de la vía interoceánica con la inscripción ”Bienvenido al canal de Estados Unidos”, Trump ripostó ese mensaje de Mulino.
La respuesta representa una continuación de la espiral de tensión entre los políticos, pues el pasado sábado Trump amenazó con retomar el control de la vía interoceánica acusando al país centroamericano de cobrar tarifas excesivas por utilizar el cruce de navegación y de la injerencia de China en las operaciones canaleras.
El presidente de Panamá indicó en su alocución que los Tratados Torrijos-Carter de 1977 «acordaron la disolución de la exzona del canal reconociendo la soberanía panameña y la entrega completa del canal a Panamá, que finalizó el 31 de diciembre de 1999».
Asimismo, Mulino aseguró que las tarifas que su país utiliza por el uso del canal «no son un capricho«. «Se establecen de manera pública y en audiencia abierta, considerando las condiciones del mercado, la competencia internacional, los costos operativos y las necesidades de mantenimiento de la vía interoceánica.
Asimismo recordó que el próximo 31 de diciembre se cumplirán 25 años de que el canal es administrado por los panameños.
De otra parte significó que el Canal no tiene control directo o indirecto de China, ni de la Comisión Europea, ni de Estados Unidos o de cualquier otra potencia.
En ese sentido, acentúo, que el Canal seguirá estando en manos panameñas como patrimonio inalienable de la nación y garantizando su uso para el tránsito pacífico e ininterrumpido de naves de todas las naciones como lo establece La Constitución y el Tratado de Neutralidad.
Por su parte las organizaciones sociales y políticas rechazaron las amenazas del nuevo ocupante de la Oficina Oval , respecto a arrebatar el canal interoceánico a la nación centroamericana si esta no cumple con exigencias de Washington.
El líder del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), Saúl Méndez, respondió que “Este es nuestro territorio. Es nuestra soberanía y es la autodeterminación de nuestro pueblo«.
Señaló que «ningún gringo invasor, ningún gringo con delirios de poder, como Trump, pueden amenazar a Panamá, a su integridad territorial, su soberanía y su autodeterminación. Los hijos del pueblo, el pueblo panameño, defenderemos nuestra nación«.
Asimismo, el partido político en formación Frente Amplio por la Democracia (FAD) emitió un comunicado en que repudió las declaraciones amenazantes de Trump y señaló que se trata de una afrenta a los héroes y mártires de la lucha por la soberanía a 25 años de la reversión del Canal.
Advirtieron que el CEO de First Quantum Minerals (FQM), Tristan Pascall -cual si Panamá fuese una colonia yanqui- pidió a Trump su intervención para reabrir la mina (de cobre), «cuyo contrato fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia hace ya poco más de un año» tras meses de masivas protestas contra la minería.
A juicio del FAD, «con este Gobierno Panamá parece estar en venta«, por lo cual llamó a la vigilancia y movilización permanentes para defender la soberanía y los intereses populares.
Mientras, el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), consideró grave la amenaza de Trump, «dado su interés de violar el derecho internacional, de agitar aún más los graves conflictos geopolíticos y de continuar usando nuestro país como rampa de agresión contra otros pueblos«.
Cuestionaron al presidente José Raúl Mulino por usar una narrativa en la que Panamá es ubicada como parte del patio trasero de los Estados Unidos y criticaron que justificase la cobarde y salvaje invasión de este país contra suelo panameño en diciembre de 1989.
Consideraron que Washington humilla e irrespeta a Panamá por «el calibre vendepatria del Gobierno empresarial que hoy tenemos (…) Porque ven en los gobernantes de turnos a simples peleles o marionetas».
Al reflexionar sobre la profunda crisis y el amplio descontento popular en el país, consideraron que el momento histórico es muy peligroso.
«Los patriotas no podemos descartar ningún tipo de salidas por parte de la oligarquía en el poder», dado el desgaste del Gobierno y la desesperación de la oligarquía por obtener pingües ganancias.
Aseguraron que al Gobierno y los oligarcas «no les importa actuar al margen de la Constitución y las leyes nacionales», por lo cual llamaron al pueblo y sus organizaciones a declararse en alerta máxima para defender la patria y los intereses populares.
Varios Gobiernos de la región se han pronunciado en favor de Panamá, entre ellos el presidente colombiano Gustavo Petro.
“Hasta las últimas consecuencias estaré al lado de Panamá y la defensa de su soberanía. Si el nuevo gobierno de EEUU quiere hablar de negocios, hablaremos de negocios, de tú a tú, y en beneficio de nuestros pueblos, pero jamás se negociará la dignidad”, remarcó.
También el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, escribió en la red social X que el Canal de Panamá pertenece únicamente a esa nación.
«La Doctrina Monroe es un arma neocolonial contra Nuestra América. Amenaza la soberanía de Panamá y la paz y seguridad del hemisferio». alertó.
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