El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Antonio Maíllo, consideró que el tradicional mensaje anual del jefe del Estado “no aporta ninguna novedad” al debate político.
Estamos ante un jefe de Estado “cada vez más político y menos institucional, pero notablemente “incapaz de empatizar y mucho menos tratar de ahondar en las causas de problemas importantes como la crisis de la vivienda (…)”, apuntó Maíllo.
Lamentó también que “entre los grandes ausentes” del mensaje del jefe del Estado, aparezcan “la violencia machista, el genocidio en Palestina o el cambio climático”.
Por su parte, el grupo Sumar calificó de “decepcionante, derechizado y preocupante”, el discurso de Su Majestad a propósito de la Navidad.
La secretaria de Comunicación de Sumar, Elizabeth Duval, consideró ambigüedad, ‘calculada y superficial’, en las palabras de Felipe VI, que no da soluciones oportunas a ninguno de los problemas de España.
Duval valoró que el monarca no haya hecho ninguna referencia al genocidio en Gaza, especialmente después de que se reuniese con el embajador de Palestina en España para recibir sus credenciales, ni tampoco mencionara la violencia machista ni las justas batallas del feminismo.
Más duro aún fue la organización Podemos, al afirmar que Felipe VI representó ‘únicamente’ al proyecto ‘caduco y deprimente de la derecha española”.
Sus palabras fueron las del ‘máximo representante de la ultraderecha’, aseveró la secretaria de Discurso, Acción Institucional y portavoz adjunta de Podemos, María Teresa Pérez.
Pérez calificó de ‘preocupantemente reaccionario’ los comentarios del soberano respecto a la inmigración; ‘cómplice’ con el genocidio que Israel está cometiendo contra Palestina; y con ‘ausencias muy significativas’, como la lucha contra la desigualdad.
Sin embargo, el conservador Partido Popular (PP), aplaudió la comparecencia de Su Majestad, según las palabras de su secretaria general, Cuca Gamarra.
Hemos visto al rey más cercano de su década de reinado, con la reivindicación del bien común y el llamamiento a la serenidad, el diálogo y el consenso, reflexionó Gamarra.
‘Sólo a quienes rechazan el bien común, la solidaridad y la serenidad puede disgustarles un mensaje así’, sentenció.
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