Este primer inventario mundial que abarca desde 1674 a la actualidad, fue realizado por el Instituto Geológico y Minero de España y la Universidad Complutense de Madrid, publicó la revista científica GeoHazards.
Incluye las descripciones de las alturas máximas de olas, las causas y las fuentes, de acuerdo con los datos disponibles y con las principales referencias bibliográficas que sustentan los datos recopilados.
Los autores proponen definir megatsunami como un evento extremo que impacta contra las costas de acantilados en cualquier región y en el que las olas alcanzan una altura máxima de 35 metros o más.
Estos eventos tienen su origen en los deslizamientos masivos o avalanchas rocosas de gran magnitud, en ocasiones inducidos por grandes terremotos.
El inventario registra un total de dos mil 800 eventos, de ellos 700 con olas de más de un metro de altura, tras el estudio de más de 300 publicaciones desde 1888 hasta la fecha.
Según los expertos, el 1,5 por ciento de los 40 megatsunamis tuvieron alturas superiores a los 40 metros y algunos incluso superaron los 100 metros.
El más grande registrado ocurrió en Lituya (Alaska), causado por una avalancha de rocas provocada por un terremoto de magnitud 7,8 que impactó las aguas en la cabecera de la bahía.
La caída de entre 35 y 40 millones de metros cúbicos de rocas y hielo al mar, desde una altura de 600 metros, generó una ola de 524 metros que devastó diez kilómetros cuadrados de bosque.
Los especialistas subrayaron que es probable que el calentamiento global impulse un aumento en la frecuencia de grandes deslizamientos rocosos dado que conduce al aumento de las temperaturas, impacta en las latitudes altas y frías de ambos hemisferios, lo que causa ese retroceso glaciar que genera la inestabilidad de las pendientes.
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