Según el Anuario Estadístico de Cuba 2023, citado por el Insmet, del total de esos fenómenos climáticos, 56 pasaron por la región central de la nación antillana y otros 54 por el Oriente.
El mes de mayor incidencia fue octubre, con 44, seguido de septiembre, con 38, y agosto con 20, detalla la publicación.
De todos, cinco alcanzaron la máxima categoría en la escala Saffir-Simpson para este tipo de eventos, es decir, llegaron o superaron los 250 kilómetros por hora.
La temporada ciclónica de 2024 se previó como una de las más activas en los últimos años, y concluyó su ciclo de seis meses de actividad con la formación de 18 tormentas tropicales, de las cuales 11 se convirtieron en huracanes.
Entre las formaciones más significativas estuvo el huracán Beryl, que alcanzó la categoría 5 este año y su paso por el sur de Cuba no produjo grandes afectaciones, pero dejó marejadas y tormentas severas en localidades del oriente como Guamá, Niquero o Manzanillo.
Luego llegaría Helene, que según el propio Insmet, fue el ciclón tropical más catastrófico de este ciclo y el segundo más mortal que ha impactado a Estados Unidos, después de Katrina en 2005.
Helen pasó entre el cabo de San Antonio y la península de Yucatán y provocó afectaciones en el servicio eléctrico, la agricultura y la vivienda en la provincia de Pinar del Río, la más occidental de la isla caribeña.
Octubre de 2024 marcó un hito en la historia de las temporadas ciclónicas: tres huracanes activos simultáneamente en el Atlántico el 6 de octubre: Milton, Kirk y Leslie.
Milton fue el segundo con categoría 5, para mediados de octubre se formó Óscar, con una vida efímera de tres días, suficientes para golpear con su categoría 1 el oriente de Cuba.
El primero de los antes mencionados, impactó el Cabo de San Antonio, con vientos e inundaciones en zonas como el Surgidero de Batabanó y Mayabeque; y dejó fuertes lluvias en Isla de la Juventud, Pinar del Río y Artemisa.
Por su parte, Oscar, tocó por un punto cercano a la ciudad de Baracoa, Guantánamo, y salió degradado por la costa norte, cerca de Gibara, Holguín.
Afectó la zona con fuertes vientos de unos 130 kilómetros por hora e intensas lluvias que produjeron inundaciones nunca antes ocurridas y que se estimaron en 600 milímetros las lluvias caídas solo entre Imías y San Antonio del Sur.
Las inundaciones provocaron la muerte a siete personas y cuantiosos daños en infraestructuras, como puentes, viales obstruidos por árboles caídos y ríos desbordados.
Datos de la Asamblea Nacional en diciembre, refieren que, a causa del paso de Oscar, 65 mil 278 clientes quedaron sin servicio eléctrico, ya que se registraron cuantiosos daños en transformadores, postes y líneas de alta tensión; además, hubo 12 mil viviendas afectadas.
El mes de noviembre y último de la temporada fue pronosticado de activo y ocurrió otro hecho inesperado: se formaron entonces, Patty, Rafael y Sara.
Rafael, con categoría 3, atravesó el occidente de Cuba de sur a norte, a solo par de semanas después de los estragos de Oscar.
A su paso dejó severamente dañada la red eléctrica, al dejar 200 mil clientes sin ese servicio en Artemisa, 700 mil en La Habana y 100 mil en Mayabeque.
La cifra de transformadores dañados superó los 600 y más de dos mil postes caídos.
En cuanto a la vivienda, mil 500 casas quedaron afectadas en Mayabeque por sus vientos, otras mil 812 sufrieron daños en La Habana y unas mil 930 en Artemisa.
ro/cdg
