El Ministro atribuyó el ataque, en el que otros 10 resultaron heridos, a los que llamó remanentes del régimen anterior.
Aclaró que los efectivos cumplían sus deberes de mantener la seguridad y la protección del pueblo.
Abd Al-Rahman aseguró que el Ministerio dio un ejemplo de sacrificio para preservar la seguridad y estabilidad de Siria y su pueblo.
Estos sacrificios no cesarán hasta que se logre la estabilidad, y la seguridad se extienda al pueblo sirio, afirmó.
Prometió golpear con un puño de hierro a cualquiera que se atreva a alterar la seguridad de Siria y las vidas de sus ciudadanos, destacó.
Las autoridades habían reforzado la seguridad en Damasco y en las gobernaciones de Homs, Tartus, Latakia y Hama, en medio de un toque de queda, tras protestas por la quema de un santuario de la minoría musulmana alawí en la ciudad de Alepo.
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