Según datos del panel de monitoreo del Ministerio de Salud, el calendario comenzó con altos números de casos.
Aún en el primer mes, el Distrito Federal declaró estado de emergencia en el ámbito de la sanidad pública. La misma situación llegó a 11 unidades federales en el momento de incremento de los expedientes.
Hubo 411 mil casos en enero y febrero tuvo un salto a más de un millón, llegando al máximo en marzo con 1,747 millones.
Abril comenzó con un período de caída que llegó a septiembre, con una ligera crecida en octubre y noviembre.
Para Rivaldo Cunha, secretario adjunto de la Secretaría de Vigilancia en Salud y Medio Ambiente de la cartera, la subida drástica de la cifra de casos y la anticipación del pico de la dolencia fueron causados principalmente por los cambios climáticos.
Otro factor que contribuyó al padecimiento, de acuerdo con Cunha, fue el no reinicio del trabajo hecho por agentes de control de endemias que fue suspendido durante la Covid-19.
«Durante la pandemia, hubo una suspensión por orientación del SUS (Sistema Único de Salud) y de sus dirigentes en todas las instancias para la suspensión del trabajo casa por casa que era hecho por los agentes de control de endemias», apuntó el funcionario.
Precisó que, en algunas localidades, «desafortunadamente, este trabajo no se reanudó pasada la pandemia al mismo patrón que tenía anteriormente».
La marca de casos probables registrados en un ejercicio fue superada en marzo, cuando el país alcanzó los mil 889 millones de diagnósticos.
El año con más casos confirmados anteriormente fue 2015, con un millón 688 mil 688. La serie histórica de estadísticas del ministerio sobre el dengue comenzó en 2000.
Boletines de la cartera apuntan que Brasil registró 163 muertes en enero, 227 en febrero, 601 en marzo, mil 82 en abril y tuvo su apogeo en mayo, con mil 344.
Desde entonces, las fichas se desplomaron hasta septiembre, mes con 191 fallecimientos, y volvieron a escalar en octubre.
El informe indica que la mayor cantidad de óbitos no coincide con el pico de la enfermedad debido a la demora en confirmar la defunción, que puede ser investigada por hasta 60 días.
Antes de 2024, el año con más muertes por el mal en el país había sido 2023, cuando mil 179 personas perdieron la vida. Ese número fue superado el 10 de abril.
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